Es curioso como sentir que se acerca poco a poco, despacio, el verano.
Salir a la calle y notar ese olor a flor, a calor...
Se hace agradable pensar que ya empieza a sacar la cabeza el verano, los días de fiesta, las noches cálidas y llenas de vida.
No hay nada como los días de celebración y alegría. No hay nada como aquellos meses donde acumulamos toda una montaña de experiencias, que luego, vamos recordando durante el invierno.