La vida se trata de superar obstáculos. Subir tantas cimas como nos sean posibles.
Hay momentos, en los que la cima nos parece demasiado alta, demasiado difícil. Es cuando nos derrumbamos.
Nos caemos, y al cabo de un tiempo, más temprano, o más tarde, nos volvemos a levantar. Volvemos a alzar la cabeza, y a mirar hacia nuestro objetivo, hacia el horizonte.
Somos el capitán de nuestro barco. Tendremos que sobrevivir a muchas tormentas, a la mala mar y a oleajes tempestuosos. Pero ninguno de ellos acabará con nuestra fortaleza, izando de nuevo las velas al día siguiente.
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